Marionetas

Comencé a hacer marionetas cuando aún estudiaba escultura en la facultad de Bellas Artes. Auné en ellas la atracción que sentía por el volumen y mi fascinación por las telas y bordados.

Al principio estaban hechas con ramas que encontraba en la huerta de mis padres y en el campo. La cabeza era de corcho y pegaba en ellas trozos de ramas y flores secas.  Una vez adorné un rostro con un ala de mariposa que encontré en el alféizar de la ventana. Las manos y pies eran de alambre. También añadía, enrollándolas al alambre para darles forma, tiras de papel empapadas en cola blanca.

Con el tiempo las marionetas fueron evolucionando, pero una parte de ellas siguieron siendo en esencia de alambre, corcho y madera.  Me gustaba experimentar, así que construí alguna de pasta de harina y más adelante de pasta de papel.

Actualmente tengo dos categorías de marionetas: las tradicionales, de corcho, madera y alambre; y las nuevas, de pasta de papel y con el cuerpo relleno de fibra de algodón sintético. Cada pieza es única y está hecha con mimo y concentración, eligiendo cuidadosamente las telas, las fibras para el pelo y los bordados a realizar. Cada una me lleva aproximadamente dos semanas de elaboración.

 

En las marionetas de pasta de papel los pasos que sigo son los siguientes:

Primero modelo las cabecitas, manos, pies, piernas y brazos de modo individual en pasta de papel. Añado con cuidado un listón a la cabeza y agujereo los otros elementos (manos, pies, brazos…) para poder pasar a través de ellos un hilo o alambre una vez estén secos. Mientras secan procedo a crear los cuerpos. Con tela de algodón formo las diferentes partes, rellenándolas con algodón sintético, y las coso a mano. Luego, cuando ya están secas las piezas de pasta de papel, coloreo estas según el estilo que quiero dar a cada marioneta (si van a ser hombres o mujeres, si van a ir vestidas de época, etc.).

El último paso tanto en las marionetas tradicionales como en las de pasta de papel es la elaboración de los trajes y la ornamentación. Me inspiro en épocas y fuentes muy diversas, y enfoco en ellas todos mis deseos de fantasía, imaginación y originalidad. Están confeccionados con ternura y completamente a mano, y todos los materiales han sido cuidadosamente escogidos: desde las telas de los trajes, los abalorios y los hilos, hasta el cabello y los adornos que las engalanan. Por todo ello, cada marioneta es completamente única e irrepetible.